Por sus comas, los conoceréis. Huberto Batís, y los cuadernos del viento.

Huberto Batís forma parte del anecdotario de los personajes tlalpenses, quienes, aunque no eran oriundos de este lugar, escogieron a Tlalpan para vivir.

Vivió en la calle de Mariano Matamoros casi esquina con Galeana, y sus últimos años los vivió en la primer Cerrada de Niño Jesús en el Barrio del mismo nombre.

¿Quién era Huberto Batís?

Huberto Batís nace en Guadalajara, Jalisco el 29 de diciembre de 1934 y fallece el 23 de agosto de 2018.

Coincidimos cuando trabajamos en el Banco de México, el Banco Central de México, quien, junto con Antonio Alatorre, elaboraban la Revista Banxico, medio de comunicación, allí en forma personal inició junto con Carlos Valdés, la revista de literatura Cuadernos del Viento, revista que marcó una época literaria ya que entre sus páginas albergo a jóvenes escritores quienes con sus creaciones representarían lo mejor de la Literatura Mexicana de los años y convertir esas creaciones en textos de consulta tanto para estudiantes de literatura como para los especialistas del tema.

Los ejemplares de esta revista eran por entregas mensuales a suscriptores y adquirentes en librerías especializadas.

Ese fue el inicio de quien ingresaría como miembro de la redacción de la Revista Mexicana de Literatura__1963__ bajo la dirección de Juan García Ponce.

Posteriormente durante año y medio colaboró con José de la Colina en el Heraldo Cultural dirigido por Luis Spota.

Huberto Batís de 1964 a 1970 dirigió la Revista de Bellas Artes, cuyos ejemplares son un ícono literario.

Esto le permitió considerarlo como la Generación de Medio Siglo junto con Juan José Gurrola, Tomas Segovia, Vicente Melo, Juan García Ponce e Inés Arredondo.

Aunado a su producción literaria y de promoción editorial de revistas especializadas coadyuvaron en su carrera para mostrar una más de sus facetas más importantes y de gran trayectoria ya que se integró a la docencia para impartir las clases principales en la carrera Letras y Literatura Hispánica en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Autónoma de México. Allí impartió clases durante 57 años, hasta un día antes de su fallecimiento en Tlalpan.

En el año de 2001 recibió el Periodismo Cultural Fernando Benítez mismo que le fue entregado en la Feria de Guadalajara.

Como muestra de su labor literaria escribió varios libros. Entre ellos destacan Estética de lo obsceno__1981__, Lo que Cuadernos del Viento nos dejó __1984__ así como su excelente libro anecdotario Por sus comas los conoceréis 2001.

En el periódico El Universal, en el suplemento Cultural Confabulario publicó Memorias de un editor.

Recibió varias menciones honorificas por dirigir y escribir en el suplemento Cultural Sábado del periódico Uno más Uno, desde 1984 hasta el año 2000.

Durante toda su trayectoria se le reconoce haber impulsado la carrera literaria de varios escritores como Enrique Serna, Alberto Ruy Sánchez, Adolfo Castañón Guillermo Sheridan, Malva Flores y muchos más.

Su charla mordaz y devastadora también nos alertó de un inframundo en que nacen y mueren los libros: la hipocresía, las mafias, las corruptelas, los servilismos a favor del éxito inusitado, los odios y traiciones, la convivencia entre los críticos y los criticados, el oro falso de los aduladores, La creación express de los autores chatarra.

La ausencia de Huberto Batís en el mundo de las publicaciones y de los periódicos ha creado una oquedad que no se ha llenado.

Su ausencia en las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de México ha dejado una grieta y en el Barrio del Niño Jesús una fisura muy difícil de resanar.

Cuando vemos sus libros sabemos que allí esta Huberto en espera de que charlemos.