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IVÁN LAVÍN | CINE DE LA PASIÓN

El cine, el hacerlo, el disfrutarlo, reflexionarlo, asumirlo, tener una experiencia está cambiando, el 2020 nos invita a distintas conversaciones en torno al cine. Para cerrar el año, conversaremos con tres personas que asumen el cine como parte de su vida. Conversaciones para conocerlos y saber sus motivaciones.

Presentación

Soy Iván Lavín, director de cine independiente.  Hago cine de manera autodidacta, bajo mis propios medios y con apoyo de amigos que quiero y que aman el cine. He realizado un cortometraje llamado “La Jaula” y otro mediometraje llamado “La muerte de Iván”, los realice sin buscar apoyos oficiales, sólo me apoye de amigos y préstamos. Fueron trabajos íntimos, personales, sin escuela,  que vinieron de la pasión y la necesidad intolerable de hacer cine. No sé cómo los realice, fue duro, pero de alguna manera lo que se hace con la voluntad del amor siempre sale, tarde o temprano se logra. Es inevitable.  Yo tenía la necesidad vital de hacer estas películas, yo tengo la necesidad vital de hacer cine. Quizá siga haciendo cine en el futuro aunque no tengo idea de cómo voy a hacerlo.

Acercamiento al cine

Mi acercamiento fue muy natural desde la infancia, simplemente me gustaba ver la pantalla iluminada, para mi era una ventana fantástica. Yo me entregaba al cine, me perdía en el cine, me drogaba con el cine. No fue algo que yo hubiera elegido, simplemente se daba. Era un juego,  no empecé viendo “cine de autor”, empeze con lo que se programaban en la televisión. Recuerdo que me obsesioné con Buenos Muchachos de Martin Scorsese, una vez la vi en el canal 5 y no podia olvidarla, la buscaba por todos lados porque la quería volver a ver y esperaba con ansiedad que la volvieran a poner en el 5. Sigo esperando eso. Me obsesioné con muchas películas, mi madre me ayudaba mucho, me presentaba los clásicos. Mi película favorita era “El Padrino II”, la veía muchas veces. fue la primera vez que descubrí la sensación de ver una obra maestra. Había descubierto la poesía en el cine, lo que no se puede explicar con palabras. Despues una pelicula me llevaba a otra, un director me recomendaba a otro, fue un proceso muy orgánico, simplemente tenía sed de ver y descubrir. Vi tantas películas que me dieron ganas de hacer una.

Yo ya hacía películas para mi mismo con mis juguetes, son películas que aún recuerdo, tienian diálogos y créditos y música original, pero yo quería compartir, tiengo mucha necesidad de compartir, así que dejé mis juguetes y quise ver si se podía hacer cine en la vida real. Empecé a escribir historias e intentos de guiones, y luego pensé en escribirme al CCC y al CUEC las escuelas donde todos los jóvenes cinéfilos querían entrar.  Parecía que esas escuelas determinaban si podias hacer cine o no, parecian un filtro enorme, era una violencia, un asesinato  terrible de sueños, muchos acaban frutrados y se abatian y creian que ya no tenain talento al no ser aceptados. Muchos hacían en examen durante años en lugar de realizar cine. Yo caí en esa trampa, era lógico, si quería hacer cine tenía que entrar en esas escuelas, yo era muy inseguro,  pero el mismo cine me enseño que me engañaba, la escuela no hace al cine. Es el individuo y su fuerza creativa es lo que hace al cine. Hacer cine es una voluntad íntima  y salvaje, no un proyecto académico. Cuando uno hace cine tiene que entregarlo todo, tiene que darlo todo. Hacer cine es entrar en una batalla desconocida.

Yo no pude esperar más y me puse a hacer cine como pude, pero no era un cine que se hacía a la ahi se va, eramos estrictos y sabíamos lo que queríamos hacer, pero éramos flexibles, no esperábamos el dinero, veíamos cómo las cosas podías salir adelante, era un cine arriesgado donde jugaba mucho el azar, los accidentes, eran rodaje amateurs llenos de tensión, diversión y aprendizaje. Nos enojamos, sudamos y sufrimos juntos, todo por hacer cine, el cine independiente es en realidad una aventura.

Gustos cinematográficos

La paginas ocultas de Aleksandr Sokúrov

Es una pureza poética, la película es una abstracción, es una, es completa, es un solo suspiro, es un fantasma. Cuando la veo entro en su sueño y me embriago con su fragancia. La película posee un espíritu que me atraviesa el alma y bailo con ella y me hago uno con ella, olvido que estoy viendo una película, entro en otra tierra.

Sacrificio de Andrei Tarkovski

Nunca he visto una película igual. Para mi no es una película, me parece algo de otro mundo, como un mensaje del más allá. Si apagas las luces y te entregas en la película la película te transforma a niveles espirituales, ahí hay una fuerza tremenda que me hace temblar, yo puedo sentirlo, algo me atraviesa, me hiere, no lo puedo evitar, ni lo puedo comprender, sin embargo, sigo fascinado viéndola, una y  otra vez.

Gritos y susurros de Ingmar Bergman

También es necesario entregarse a esta película, para mi era una ritual verla. Para verla apagaba las luces encendía una vela y me preparaba para entrar a un lugar lleno de misterio, el misterio del alma humana. Aquí hay una maestría en la atmósfera, la película es roja, llena de sombras y sangre, de gritos y susurros.  Todo lo que esconde nuestra alma está ahí. Es una obra de arte, una película realizada con mucha fuerza y honestidad.

Ordet de Th. Dreyer

Ordet es mi película favorita. Yo no creía en los milagros, pero esta película me hizo creer. ¿Cómo es posible que una película tenga tanta fuerza?¿cómo es posible que una película te haga creer en lo increíble? Yo creo que si un ateo ve esta película, en ese momento cree en los milagros, aunque después salga del cine para a seguir siendo ateo, en el momento en el que vio la película creyó en el milagro. Ese es el milagro del cine. Ordet me ha demostrado que existe este milagro.

Proyectos en los que ha participado

En el 2016 realizo un cortometraje independiente llamado “La Jaula” un trabajo personal que le dedico a mi abuela. Lo realizo sólo con 3 amigos y dos mujeres que no eran actrices, es un rodaje de fines de semana durante un poco más de un mes. Fue un proceso muy largo, ya tenía la historia, pero tardé mucho en dar el primer paso, siempre el primer paso es el más difícil, se tiene que romper algo,  un límite, tienes que arriesgarte y confiar en ti.  Yo confiaba en lo que hacía, y dentro de mí sabía que tenía que hacerse. Muchas veces quise detenerme y renunciar, pero sabía que si la abandonaba nunca me lo iba a perdonar, lo termine con muchas dificultades. ahora en una obra que amo, con todas sus imperfecciones la amo, esta obra me enseñó demasiado.

En el 2014 fundó junto con mi amigo Rafael Ramirez, La muestra internacional de cine independiente Panorámica. Nosotros sabíamos que necesitábamos crear nuestras propias ventanas de exhibición.  Había mucho cine, pero no había espacios para verlos. Todas las salas estaban destinadas a los autores reconocidos. Era necesario abrir nuestros espacios y presentarle al público nuestro cine independiente. Panoramia es una muestra independiente para el cine independiente. Se realiza cada año y se muestran trabajos de todo el mundo de corte independiente, arriesgado, libre y de valor puramente cinematográfico. La muestra ha tenido mucha respuesta, el público también ha participado de forma sorprendente, hemos descubierto que el cine nos une de formas muy profundas. Panorámica sigue en pie, ya celebrando su séptima edición. Seguirá viviendo mientras siga habiendo esperanza en el cine.

Este año finalice mi mediometraje “La muerte de Iván”, inspirado libremente en “La muerte de Iván Ilich” de León Tolstoi, es un trabajo muy personal dedicado a mi padre. Esperamos que su estreno sea el próximo año en el Cine Villa Olímpica y esperamos enviarlo a festivales.

¿Cuál es su opinión del cine mexicano?

En Panorámica cada año recibimos más de 600 trabajos de todo el mundo y ahí me doy cuenta de que realmente hacemos un cine de calidad. El mexicano tiene mucho que decir y tiene ganas de decirlo.  Nuestras necesidades son honestas, hemos usado el cine para salvarnos de la realidad. Yo creo en el cine mexicano, sobre todo en el nuevo cine mexicano, en la exploración de nuestra propia voz. Rechazo a los que siguen fórmulas seguras que garantizan el éxito. El cine mexicano tiene que encontrar su propia voz y yo creo que lo está haciendo. Antes que ver a otros tenemos que vernos a nosotros mismos, creer en nosotros mismos, de ahí, de esa entrega a nosotros mismos, nace el buen cine, el cine honesto. Los mexicanos gritan, siempre están gritando, hasta cuando están callados gritan, y el cine ha sido un grito para el mexicano, un grito liberador.

¿Cómo ves el cine en la coyuntura del covid?

Va a cambiar definitivamente la forma de ver cine, nos vamos a acostumbrar a ver pedazos de películas desde nuestras casa, desde una comodidad descuidada. Quizá el cine pierda su seriedad, quizá se vuelva más desechable, más banal. Si queremos que el cine tenga un poder transformador es importante mantener el ritual de la cueva oscura. Si nosotros podemos formar nuestras cuevas oscuras, si nos concentramos y nos preparamos para formarlas quizá el fuego del cine pueda sobrevivir.

Una pintura que te guste y por qué…

Marcin Cienski, una imagen, íntima, silenciosa, todo un universo hay ahí, se puede sentir, oler.  Hay un sentimiento silencioso y vacío del alma, con una imagen basta para expresar todo un universo.

Las pinturas de Andrew Wyeth están llenas de una misteriosa belleza, ayudan mucho para hacer cine. La imagen tiene que hablar más que la historia. La imagen no es una herramienta de la historia, la historia es una herramienta de la imagen. Es la imagen más infinita que la historia, lo que se ve es más eterno que lo que se dice. El silencio de una imagen dice más que todas las palabras.

Christ in the Garden of Gethsemane – de Ilya Repin.

Pinturas llenas de energía y calor, hay una vitalidad ahí, un movimiento, no es necesario el realismo sino la atmósfera, la energía secreta que hay detrás de todo. Hay que ser misterioso en nuestras imagenes, no darlo todo, dejar una especio para que el misterio hable.

Vilhelm Hammershøi.

Hay un vacío lleno de vida. Son las pinturas del vacío. Dreyer o Ozu jugaron el vacío. Los huecos , las puertas abiertas, los lugares sin humanos. Hay una belleza en ver lo que nadie puede por porque nadie está ahí. Ser los ojos invisibles de Dios.

Un libro que te guste y por qué…

Esculpir el tiempo en el tiempo es una biblia del cine y del arte para mi. Me ha ayudado mucho, me ha dado esperanza, me ha levantado a hacer cine. Lo reviso muchas veces y me llena de energía. Lo recomiendo a cualquier persona que sea filósofo, artista, o cineasta, es un libro sobre el arte, sobre el oficio del artista y su responsabilidad.

Cine paso a paso de Carolina Rivas.

Es una guía muy práctica para comenzar a hacer cine, para mi con eso basta, con sus consejos bastan. Desde esa estructura ya puedes empezar. Eso y leer a Tarkovsky para llenarnos del buen espíritu y comenzar a hacer el cine que deseas.

Una canción que te guste y por qué…

El cine me ha enseñado el poder de la música. Gracias a Tarkovsky y a Bergman conocí a Bach, el cual considero el mayor artista de todos los tiempos. Para mí Bach es el que se ha acercado más al lenguaje de Dios, o ha expresado con más profundidad el anhelo de Dios. Bach es el grito más profundo que he escuchado. En “Erbarme dich, mein Gott“ Ten piedad de mí, Dios mío, está el llanto de toda nuestra alma. En nuestro ruego a Dios para que no salve de este lugar misterioso. Es el grito de un hijo que anhela regresar a su hogar con su Padre.

Hoy, ¿qué es el cine para ti?

El cine está en una crisis, la crisis está en el espectador, cada vez tenemos menos paciencia y menos inocencia. Cada vez creemos menos en lo que vemos y olvidamos rápidamente lo que vemos. El cine se está transformando en una cosa extraña.  Yo no sé en qué se va a transformar. Cada vez hay menos tiempo para ver películas. Somos nosotros los que estamos en crisis, ya no podemos concentrarnos ni comprometernos con lo que vemos. Si perdemos nuestra alma el cine pierde su alma. Sin embargo, fuera de toda esta decadencia visual, muy alejado de los deseos del espectador ciego, el cine aun puede nacer como un nuevo arte. El cine aún puede explorar muchas posibilidades para expresar el infinito. El cine puede ser curativo y milagroso, el cine aun puede nacer, pero eso depende de nosotros y de nuestra sed de salvación.

Iván Lavín, persona, cineasta, programador de cine, bailador…

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