El año nuevo y sus refranes

E

l año 2020 nos envolvió en una vorágine de acontecimientos que nos estremecieron y llamaron nuestro asombro.

Posiblemente estamos viviendo los días mas inesperados de nuestras vidas, aunque a ciencia cierta nos hemos rezagado de aquellos que son prioritarios…hacer un recuento de lo acontecidos en estos meses de confinamiento debido a la pandemia del Covid 19 en sus diferentes formas, sería un ejemplo de masoquismo consolidado.

Estamos en el mes de enero, desviejadero, y tardíamente observamos que el fenómeno de las cabañuelas, que antiguamente servían para predecir el futuro agrícola a través del año, llegó con su cauda de frio, lluvias vespertinas, días brillantes y fuertes rachas de viento nada prometedores.

Dice el refranero mexicano que el año 2020 fue de pares y fue año de males.

Desde el principio del 2021 acaparan las noticias las informaciones de derrotas fracasos y pasamos a la descripción de fracasos, asaltos y corruptelas a toro pasado.

___ 2021, Año de nones, año de dones, nos hará que estemos pendientes de que los sistemas financieros se estabilicen, las fuentes de trabajo ya no se supriman, que no quiebren las pequeñas empresas, y que tengamos la esperanza de que mengüen los vientos de febrero loco y marzo otro poco, porque a rio revuelta ganancia de pescadores.

Eso sí nos sumergiremos reflexivamente en aquello de que la esperanza es un árbol que florece y se balancea suavemente al soplo de las ilusiones.

Culparemos de todos nuestros males a China o al Coloso del Norte, , aunque ya se haya ido Donald Trump; tenemos la esperanza de que no aumentarán los impuestos, se congelarán los precios de los combustibles, los consumibles estarán al alcance de todos, pero sobre todo esta pandemia nos recuerda que la vida es frágil y que todo puede cambiar sin previo aviso, que cada mañana hay que agradecer por el enorme privilegio de estar vivos y que la mejor forma de hacerlo es tratar de ser comprensivos y hacer lo que se pueda por nuestras familias y de aquellos a quienes amamos, y también por el bienestar de quienes no conocemos porque la empatía y la solidaridad importan, porque nuestra comunidad es fuerte.

Olvidemos el pesimismo y como muchos iniciaremos el nuevo año nos sentiremos genuinamente inspirados y motivados anhelando un mejor nivel de vida o al menos una sobrevivencia llevadera. Fomentemos la habilidad para afrontar creativamente lo negativo y sigamos con nuestro antiguo entusiasmo todavía provincial.

Aun nos queda Tlalpan, con su ecléctico Centro Histórico, su portalillo, su ruta del café mañanero, el centenario mercado La Paz, los siempre conventos enigmáticos, la Casa Chata, el jardín del Juana de Asbaje, los reductos de la ruta de la memela de las Fuentes Brotantes y el encanto de los pueblos del Ajusco, nada tan vital y prometedor como los antiguos pregones que nos endulzan el panorama auditivo y nos sorprende el remozamiento del centro histórico que estrena maquillaje…todavía estamos vivos. Así que Tlalpan y sus comunidades Feliz Año nuevo 2021.